domingo, 15 de junio de 2008

Puente

Tengo que escribir el cuento, pero no encuentro el momento para hacerlo. No porque no lo tenga, sino porque no sé, no me siento cómoda para escribir. Y tengo algo en la cabeza pero tampoco me convence y creo que eso es también un poco el problema.
Igualmente, a pesar de haber dicho que iba a abandonar momentáneamente a Cortázar porque mi fanatismo, por así llamarlo, me estaba limitando, decidí ver finalmente una entrevista que hizo, que a veces pasan en Canal Encuentro, completa. Siempre la vi fragmentada, no sé por qué. El tema es que tenía ganas de verla, porque últimamente estoy escribiendo bastante. Cosa bastante rara, porque no suelo escribir mucho durante mucho tiempo, y sin que nadie me incite a que lo haga. El tema es que escribo cosas sin forma. ¿Y esto que tiene que ver con la entrevista? Me acordé de las formas, me acordé de cómo escribe él, me acordé que un unos de los fragmentos que ví, hablaba que el él escribía cuando te tenía ganas, no era profesional con eso, ni disciplinado.
Entonces, decidí verla, por un lado porque volví a leer cosas suyas, sin cumplir mi “promesa”, por el otro porque me acordé justo de eso y de que tengo que escribir el cuento, y también porque tenía ganas y punto. Pero la cosa es que sin pensar demasiado, saqué cosas que me parecieron importantes a la hora de escribir.
Todo está en nosotros, mostrar las cosas del otro lado, la propia noción del estilo, posibilidad de múltiple lectura de un texto, interpretación diferente, motivación de la escritura, no noción de horario, sin disciplina, de alguna manera el cuento ya está escrito, fantasía, realidad, seguridad, .
Toda esta enumeración fue más o menos lo que rescaté. No tengo ganas de explicarla pero sí me puso a pensar bastante. Hoy conversamos en mi casa, sobre las interpretaciones que cada uno tiene de diferentes cuentos. No es un tema recurrente, pero a partir de algo que había escrito empezamos a hablar sobre eso. Fue medio raro. Cuando vi la entrevista hace un ratito, Cortázar decía que esa multiplicidad de lecturas era fascinante. Y dijo algo que me quedó resonando en la cabeza: “el libro continuaba en la vida”.
Hace un tiempo, había escrito algo acá, en relación a que veía la escritura como un obstáculo. Es decir, tenía que escribir y no sabía qué ni cómo y eso me trababa. Leía las crónicas y me daban ganas de hacer una, pero también me sentía trabada. Ahora en este momento, estoy pensando a la escritura como puente. Desde interior al exterior. Es decir, escribimos a partir de nosotros, de lo que vemos, sentimos, percibimos. Pero siempre a partir de nosotros. Cuando estamos en el momento de objetivar todo lo anterior pasamos por el puente. Luego eso queda ahí, de forma material, es una proyección como todo,
y después continúa en la vida, como dijo Julio. Hoy me pasó un poco eso, y los últimos días también. Me di cuenta de cómo a partir de lo que escribí, a partir del puente, se pudo seguir reflexionando sobre eso, en diferentes ocasiones, porque fueron totalmente distintitas y eso me gustó, me hizo sentir cómoda aunque a veces incómoda también. Y a pesar que yo también reflexiono todo el tiempo sobre objetivaciones ajenas, ya sea escritura, habla, imagen, película, música, no me había dado cuenta de esa continuación en la vida”, sino más bien que para mí eran dos cosas diferentes. Para mí escribir, por ejemplo, me sacaba un rato de la vida y no me dejaba vivirla (como cuando quise escribir esa bitácora de mis vacaciones y no me salió), ahora no digo que no pase eso, pero sí sostengo que aunque la escritura pueda ser considerada como el fin de algo que empezó adentro nuestro, también puede servir de punto de partida para otras cosas, o quizás no.
No tengo todavía claro todo esto, porque lo estoy pensando en este momento, y creo que se nota.

1 comentario:

Carolina Belén Carrizo dijo...

ver a la escritura como puente, no sè como no la viste antes si cuando escribis todo parece una liberaciòn de lo que estas pensando, es más, por las pocas cosas uqe leí de vos, estas muy lejos de establecer una distancia entre lo que escribis y vos...o al menos eso me transmitis...

las múltiples interpretaciones...
es verdad que ese aspecto que tiene la escritura, y no tiene el filme por ejemplo, es realmente fascinante, de eso podemos especular y reflexionar y con eso sacar historias que el autor no pensó pero vos sí, por eso, las reflexiones que uno saca, sirven para crear un puente entre lo que escribe el autor y lo que podemos llegar a escribir nosotros...

´conclusión: en la escritura hay una red infinita de puentes que se conectan entre sí y que a su vez se conectan con el exterior, con nuestro entorno.

medio flashero no? :p